Tenemos dos manos, y cada una de ellas la usamos para cosas diferentes, aunque todavía nos cuesta un poco saber cuál es cada una, por eso nos hemos aprendido una canción
también hemos estado jugando con ellas y por eso nos hemos pintado un punto rojo en la mano derecha y otro azul en la izquierda
La lateralidad corporal permite la organización de las referencias espaciales, orientando al propio cuerpo en el espacio y a los objetos con respecto al propio cuerpo. Facilita por tanto los procesos de integración perceptiva y la construcción del esquema corporal.
La lateralidad se va desarrollando siguiendo un proceso que pasa por tres fases, las cuáles son orientativas en lo que respecta a las edades señalas:
Fase de identificación, de diferenciación clara (0-2 años)
Fase de alternancia, de definición por contraste de rendimientos (2-4 años).
Fase de automatización, de preferencia instrumental (4-7 años).
En la educación infantil se debe estimular la actividad sobre ambas partes del cuerpo y sobre las dos manos, de manera que el niño o la niña tenga suficientes datos para elaborar su propia síntesis y efectuar la elección de la mano preferente.
¿Cómo podemos ayudarles? a través de actividades muy simples como las siguientes:
Rodamos y lanzamos una pelota con una mano, con un pie, ...
Señalar partes del cuerpo en muñecos, en los compañeros/ as y en nosotros mismos mirándonos en un espejo.
Señalar partes simétricas del cuerpo en los compañeros/ as.
Por parejas, con los ojos vendados, nombramos las partes del cuerpo de nuestro compañero/a.
Realizar juegos de puntería: dianas con pelotas adhesivas para observar la dominancia.
Jugar a la pelota, con el pie acordado, según el color de la pelota, etc.
Mirar por un telescopio o tubo de cartón (¡Piratas, al ataque!).
¡¡¡¡¡¡¡A JUGAR!!!!!
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